El origen de la palabra heterodoxia es griego. Procede de ἑτεροδοξία, integrada por “hetero” que alude a lo que resulta distinto, y por “doxa” con el significado de “opinión”; en oposición a la ortodoxia, donde el prefijo “ortho” hace alusión a lo que resulta correcto. Por ello, un heterodoxo es el que disiente o se aparta de las ideas o doctrinas establecidas y un ortodoxo es el que apega a ellas. Por ejemplo: “El partido político oficialista sorprendió con el candidato propuesto para las próximas elecciones, ya que en su campaña se mostró heterodoxo con respecto al actual rumbo de la economía, el que prometió cambiar” o “Me gusta ser crítico sobre lo que pretenden que aprenda, y se no me convence, no vacilo en mostrarme heterodoxo”.
En la religión, donde se utilizó primero el vocablo, un heterodoxo, muchas veces usado el término como sinónimo de hereje, es el que se opone a los preceptos establecidos por las autoridades religiosas. Por ejemplo, fueron heterodoxas en el cristianismo las corrientes del arrianismo, la de los iconoclastas o las luteranas, entre muchas otras. Cuando las ideas heterodoxas se imponen por sobre las vigentes, pueden llegar a sentar una nueva doctrina y juzgar como heterodoxas a las que se le oponen, y así sucesivamente, teniendo socio-lógicamente el mérito de proponer y producir cambios y progreso.
En Política, podemos citar como ejemplo claro al comunismo que nació como opositor o heterodoxo con respecto al capitalismo. En las dictaduras que dominaron América Latina alrededor de la década de 1970, los opositores al gobierno militar, fueron literalmente eliminados por su heterodoxia.
Fuente: https://deconceptos.com/ciencias-sociales/heterodoxia
Fuente: https://deconceptos.com/ciencias-sociales/heterodoxia
Gabriela Jaimes Orduz
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